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Aguilucho común (Buteo polyosoma)

Si bien está presente en todo el país, junto al águila mora es el ave rapaz más vista en el oeste y sur argentino después del chimango y el carancho. También se lo llama ñanco y existe la creencia de que verlo de frente trae buena suerte y verlo de espalda es mal augurio. Alcanza los 50 cm y se destaca por su frente blanco y su dorso gris; la hembra se diferencia del macho porque presenta una mancha color canela en la parte superior del dorso. En el estado juvenil (foto) su color es bastante distinto, ya que el pecho y el abdomen tienen manchas ocráceo acaneladas y el malar es amarronado o negruzco. Como lo indica su nombre científico su aspecto es variable, e incluso existen individuos con su cuerpo completamente gris oscuro. Habita en casi todos los ambientes. Se alimenta de roedores, aves, reptiles e insectos y no desperdicia animales muertos como los que se encuentran en los caminos. Construye un gran nido con ramas entrelazadas y tapiza su interior con materiales blandos como pasto, lana, etc. y pone hasta 4 huevos blancos con unas pocas manchas marrones.

 

Pico de plata (Hymenops perspicillatus)

Este tiránido de unos 13 cm habita casi toda la Argentina, excepto por el extremo sur de Santa Cruz y Tierra del Fuego. El macho es muy característico por ser totalmente negro con un ancho periocular y pico amarillento. La hembra, como se puede apreciar en la foto, es muy distinta, excepto por presentar el mismo periocular. Habita humedales y espacios aledaños, por lo tanto se suele ver en las cercanías de lagunas como La Zeta y Caradogh. Se alimenta fundamentalmente de artrópodos, tales como mariposas, langostas, libélulas, arañas, etc. Realiza el denominado vuelo elástico, que consiste en partir siempre de un mismo posadero para volver inmediatamente a este luego de cazar su presa en el aire, semejando un elástico que sube y baja constantemente. Construye el nido en forma de taza con material vegetal y lo tapiza con plumas y crines; pone de 2 a 3 huevos blancos con manchas rojas.

 

Junquero (Phleocryptes melanops)

Este furnárido de 14 cm es una de las aves más características de los pajonales húmedos y juncales, ya que rara vez se aleja de los mismos. Aunque curioso, tiende a ser escurridizo y en Esquel puede verse en las lagunas cercanas, como la Zeta y Caradogh, aunque se encuentra en todo el país. Su canto singular recuerda a las matracas que solían usarse durante los carnavales varias décadas atrás. Las hembras no se diferencian de los machos y los juveniles carecen del color azul de las alas. Su nido es alargado con una abertura lateral; lo construye entre los juncos y generalmente pone tres huevos azules.

 

Cauquén real (Chloephaga poliocephala)

Este anátido de 55 cm, es a mi gusto la Cloephaga más bonita de las 5 que habitan nuestro país. Es una especie típica de los bosques subantárticos, y no es raro verlo en las lagunas y humedales de los alrededores de Esquel, sobre todo en la temporada estival. La hembra no se diferencia del macho excepto por ser un poco más pequeña, y los ejemplares juveniles presentan sectores de la cabeza y el cuello amarronados, como el ejemplar de la foto. Se alimenta de hierba y brotes de tallos tiernos. Nidifica entre el pasto o en huecos de árboles, a veces a gran altura, y pone entre 6 y 9 huevos de color crema.

 

Diuca (Diuca diuca)

Este emberízido habita la Patagonia y el oeste argentino, parte de la población patagónica migra más al norte durante el invierno. Dentro de la ciudad de Esquel y sus alrededores es común verlo y escuchar su canto característico de 4-5 notas durante la primavera y el verano. El macho es muy parecido a la hembra, esta última es un poco más parduzca. Se alimenta fundamentalmente de semillas de gramíneas e invertebrados. Anida en árboles o arbustos, a menudo reacondicionando nidos abandonados de otras aves. Deposita 2-4 huevos verde pálido con manchas pardas.

 

Halcón plomizo (Falco femoralis)

Personalmente considero que es el más bonito de los halcones de la Argentina y habita en todo su territorio. Su tamaño, de unos 35 cm, es intermedio entre el halcón peregrino y el halconcito colorado, las otras dos especies de halcones que habitan la Patagonia. A menudo anda en pareja y los sexos no se diferencian en aspecto. Los juveniles tienen el pecho, la ceja y mejillas ocráceas, en lugar del blanco de los adultos, y el pico es todo plomizo claro, sin base amarilla. Se alimenta de aves, mamíferos, e insectos. Construye el nido con ramas apoyadas sobre árboles y lo tapiza con pasto; pone hasta 3 huevos ocre con manchas castañas.